jueves, 19 de noviembre de 2020

Jaque, jaque mate, ahogado, y la historia del Marciano ajedrecista

       ¿Cómo andan? Nos reencontramos hoy con un repaso y una historia de otro planeta (nunca mejor dicho). En lo que va del año, entre los variados contenidos que fuimos viendo, aprendimos los conceptos de “jaque” y “jaque mate”, y también del “ahogado”. Vamos a repasarlos.

Como el Rey es la pieza más importante del juego, hemos aprendido que nadie puede capturarlo. Sin embargo, cuando alguien lo ataca recibe un nombre especial: Jaque. Es obligatorio para el jugador solucionar el problema en ese turno, dado que el reglamento es bien claro y dice que nadie puede terminar su jugada si su Rey está atacado (en jaque). Eso sería una jugada ilegal. Por lo tanto, debemos buscar una solución. Hay tres maneras de solucionar un jaque:

  • Mover el Rey a un lugar donde nadie lo ataque;
  • Tapar el jaque, poniendo una pieza delante del Rey;
  • Capturar a la pieza que está atacando al Rey.

En algunos casos, por más que busquemos una forma de poner a salvo a nuestro Rey, no hay solución. A eso se le llama Jaque mate: un jaque que no puede ser salvado. Si nuestro Rey es vencido con jaque mate, debemos reconocer la derrota y nuestro rival se declara vencedor.

En el medio de todo eso, hay otra posición: el ahogado. El ahogado se produce cuando un jugador, en su turno, no puede realizar ningún movimiento reglamentario. Cuando aprendimos el jaque mate “beso de la muerte”, vimos que teníamos que tener cuidado de no “ahogar” al Rey contrario.

Veamos esta posición:


Es el turno del Rey negro y se encuentra ahogado: no puede mover a ningún lado, pero tampoco está atacado, por lo tanto no es Jaque mate.

Para resumir, entonces, podemos decir que:

·         El Jaque es la amenaza al Rey y tiene solución

·         El Jaque mate es la amenaza al Rey que no puede solucionarse

·         El ahogado es el momento en que un jugador no puede mover nada, pero su Rey no está atacado (no es Jaque, ni Jaque mate).

Ahora que ya repasamos todo esto, les voy a dejar un video en el que les cuento una partida que jugó el ex Campeón Mundial José Raúl Capablanca contra –ni más ni menos- que un Marciano (sí: un Marciano ajedrecista). ¿Quién creen que ganó esa partida?

Espero que la disfruten.



Cariños,
Seño Estrella.

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